Biografìa de Irina Polà
Ser musa fue el destino de Irina Polá.
Nació y vivió en el Centro Histórico hasta que la ciudads empezó a expanderse después del terremoto de 1976. Su vida privada y pública la connotan como un ejemplo de entrega para los jóvenes de los años 80, quienes encontraban en ella el apoyo moral, material e intelecutal para la realización de sus vocaciones y personalidades.
Fue de las primeras mujeres que lucharon por darle un mejor sitial a su género, integrando su vida personal con el estudio, lo cual no dejó de producir malestares y sinsabores por lo que optó en la búsqueda individual por la independnecia económica. En la Universidad Francisco Marroquín estudió varias materias sobresaliendo en Derecho, Ciencias Políticasy Humanidades. Fiel discipula del Dr. Salvador Aguado Andreu y fanática de los clásicos, licenció en el área de Lengua y Literatura. Promotora del teatro, la Comunicación, las letras y la Historia con ellas se forjó la generación que descolla a inicios del siglo XXI en dichos campos.
No conforme con eso fue una de las primeras defensoras de la Democracia desde su muy particular punto de vista, valentía que le valió la admiración de propios y extraños. Como comunicadora social escribía en varios, producía programas de TV y dió la luz verde de lo que podría pasar en las sociedades convocando desde ya a una campaña en pro del rescate de valores para que no nos degradaramos al grado que ha sucedido en la última década. Su énfasis estuvo siempre en las nuevas generaciones haciendo notar cómo Arte, Ciencia y Tecnología deben ser instrumentos para la dignificación del hombre y no su envilecimiento. Nunca se preocupó por editar su obra sino por apoyar a los demás.
Por ello en esta pàgina promovemos su obra en los espacios de esta página un justo homenaje a quien aun después de muerta sigue guiandop los pasos de muchos y cuyas enseñanzas influencian actividades de gran envergadura y de servicio como lo es nuestra propia obra. Irina Polá muere llegando al medio siglo de vida apenas. Fue enterrada en el panteón de unos parientes en el Cementerio General. Tal y como fue su deseo en su lápida fueron escritos los versos de Becquer, su favorito que indican que la muerte no triunfará siempre y cuando exista la Poesía. El Ejército de Guatemala le confirió una de sus altas condecoraciones de manera post mortem.
Lo que Irina Polà inspiró...
Moriré /07-06-86)
Augusto César
Sí
que me lloren todos
cuando duerma
cuando recostado en un ataúd de tafetán blanco
me abra la puerta a mi Dios Padre
que miles enfilen el luto
que todos me digan cosas
muy cerca del oído
del eco de los días
cosas, miles de cosas hermosas
cosas del amor, de la fantasía
chismorreos de la Tierra
el Sol, la Luna y las estrellas.
Sí
que me llore quien quiera
que yo platicaré a los vientos
y no dejaré que giman
y yo susurraré a la Tierra…
Sí
que me lloren
que habré fluido
entre mis venas sin sangre
entre corrientes muertas
de entre la vida misma.
Sí
que lloren mi humanidad perdida
que me entierren firme
porque habré cumplido
sí…
que me dejen solo
entre los gusanos de una tumba fría
desnudo en carnes putrefactas
vistiéndome de alturas
porque iré muy alto
y que callen pronto
que el silencio explote
que la vida siga.
Sí
que me lloren todos
que me aplaste el polvo
que me haga suyo la marchitez del alba
y de la flor que adorne
mi collar de muerto.
Sí
que lloren pronto
que me envidien todos
que mi Dios me abrace
que consiga todo lo que aquí es negado
y entre un mar de lágrimas
me conduciré al olvido
sobre la barca de la vieja muerte
a mi triste nada.
La última promesa de Irina Polá (07-11-90, 21:30 hrs.)
Augusto César
Tu ausencia
es puñalada inmensa
imperecedera
jamás cicatrizará en olvidos…
dejaste un gran vacío musa mía
pero llenaste el tuyo
en trascendencia
en amor universal.
Y yo
cual ciego
necesitaba verte inmóvil
para saber quién soy
-mas no como tú-
con esa inocencia que da la humildad
en impotencia intelectual
de no entender
que no somos nada
viendo llegar la caja al mausoleo
oyendo lejos
muy lejos
lágrimas
gemidos
ahogados en mi dolor
dolor que te sabe en otro estado
que te palpa en lejano recuerdo
que no acepta que ya no estás.
Renazco
sapiente que no queda allí la verdad
-como siempre, gracias a ti he pensado-
sapiente de lo que fuiste
que eres más grande ahora
que no puedes quedar allí
(¡qué estupidez sería
la creación de Dios
si allí quedaras
si fuera cierto que esos ladrillos
en este momento nos separan!)
No, aquí no estás
aquí no quedas
no estás bajo el ciprés en círculos
bajo las flores que forman cruces
llegaste a El
cual paloma te acurrucas en Sus Brazos
donde la apariencia perdió sentido
donde somos cual somos
sin más
donde la finitud fue un sueño
lejos de lo terreno que ata
de lo terreno que ciega
de lo terreno que tanto te inmoló.
Es hermoso, Irina
(sí, lo es)
como fue en vida
aún lates en nuestro corazón
porque gentes como tú no mueren
viven inmortales
y no en recuerdos
en realidades
que hacen posible que el mundo
tenga algo bueno.
Ahora que ya eres verso
ahora que pongan el último ladrillo
antes que la frialdad
de una blanca lápida
sea tu cabecera
antes que mis lágrimas me hagan
más inútil
prométeme que en otra vida
en otro tiempo
-¡quizá después de nuestra
resurrección!-
en otro Estado
en otra circunstancia
nuestro encuentro se repetirá
tu mirada reconocerá la mía
-como la primera vez en esta vida
intuirás
que una vez
en la espiral cronológica
perteneció a unos ojos
que al cerrarse para siempre
me hicieron renacer
y en choque atómico realizaremos
el sueño loco, enajenado
lapsus calami de dos amigos
e dos poetas:
edificar un Universo nuevo
sin ataduras
sin agonías
sin sepulcros mentirosos
que nos llaman muertos
estando vivos
donee, tal como tú lo concebías,
la sangre no sea para derramarla
sino para unir en lazos de amor
y paz…
A una mujer de trashumantes hábitos
Carlos Walters
Iría a la montaña de Mahora
Reptando como saurio de pantano;
Iría hasta la cresta de la loma...
Nada más que mi esfuerzo fuera en vano,
Al llegar y saber que andas en Roma.
Por ventura, mujer, date sosiego,
O un minuto, nomás, para llamarme.
Los números, sabrás, se marcan luego;
Además, no demora el saludarme.